En este caso otra desprevenida ninfa ha caido en las fauces del voraz apetito fotográfico del vehículo de Google.
Nuestra ninfa sólo nos muestra su preciosa melena y sus ligeras piernas, pero ¿dónde está nuestra ninfa de hoy?
Sólo daremos una pista: No es un país tropical. Pero se le conoce por su sol.
Satíricas vidas.