Y cada día que pasa encuentro menos argumentos (salvo los puramente económicos) que puedan dar un ápice de razón a la independencia catalana, que era el tema del susodicho artículo.
Fuente: Periódico HOY. |
Yo he admirado a los catalanes, por su forma de ser, incluida la fama de tacaños, pues los sátiros lo somos. Por sus tradiciones y cultura (parte, no todas me gustan) propia de su región (zona, territorio, lugar, punto geográfico en el mundo) y de su historia, nuestra historia, la historia.
Todo puede tener explicación, pero cuando se dicen cosas como esta algo no encaja.
Quizás esto no es tan complicado como parece, quizás simplemente es como dice un sátiro amigo mío: "Es que se vive muy bien en el independentismo, pero no en la independencia".
Puede que sea eso o a lo mejor es que los sátiros sólo entendemos de bosques y ninfas, y nos da igual donde esté el bosque o de que color tiene el pelo la ninfa.
(^_^)
Satíricas vidas.